B - Cristina Aurora: De OCA a OCA y tiro porque me T-OCA, C - Cuentos y La Abuela Tatiana.

Había una vez una tienda y un pueblo, una mujer y su hija,

En un lugar del Nord este de Iberia.

Una tienda, que en cuanto llego la nueva inquilina con su hija,

las personas del pueblo le aseguraron que no duraría mas de 6 meses,

que en este lugar habían pasado muchos y no duraban mas.

No fue fácil, el día a día, sin los viajes, ser sedentario era terrible.

El racismo era latente, la confrontación silenciosa de unos con otros se hacia palpable,

hasta en los saludos de la mañana, tensando los días como cuchillos en el aire.

Entonces requirió los viajes de adentro, para no morir por falta de enriquecimiento,

Mientras con quien se había citado, llegara.

Y vinieron y muchos, a oír sus relatos, importando por fin, bien poco en que idioma los contaba.

Poco a poco se olvidaron que la mujer era extranjera, ni de los formulismos que les ataba al territorio, ampliando su mira a la Tierra,

era como la abuela del pueblo, aunque joven, pero eso no importaba.

Niños, adolescentes, adultos, y mayores, poco a poco fue desfilando el pueblo en ese lugar que

habían primero despreciado, ahora volvían pidiendo que no se fuera.

Y ella lloraba con ellos, pero la llamada no cesaba y su corazón sangraba.

Los niños entraban abriendo grande los brazos para el saludo del re-encuentro cada vez que sus padres les dejaban.

Si no me voy, dejare de respirar, pensaba ella, porque a mi algo me falta y no esta aquí.

Había una vez una tienda, que en este mes de Julio 2012 cumplió 18 años,

y que ahora ya no tiene lugar de ser para esa mujer, pues el que se esperaba nunca llego

y ya a nadie tiene que esperar, ya se cumple el tiempo.

Ella debió equivocarse en las coordenadas y el lugar de Iberia…no era ese.

Mientras, lo que debía acontecer, en este sitio insignificante del mundo, se hizo,

se gesto, sucedió, ella cumplió.

La niña creció y la mujer también, en ese lugar llamado 21 el Mundo…

Donde ahora luce: TRASPASO.

El viento del norte, llama de nuevo insistente…y la mujer, sabe que seria muy fácil quedarse,

pero por eso mismo sabe que debe irse, porque si no enamora de nuevo su caminar,

la muerte en vida se hará presente, y eso sabe que no debe.

Ya no recuerda que rostro tiene.

En este tiempo, muchos espejismos la confundieron y no dejara que esto ya pase.

 

Cristina Aurora (Cuaderno a mis descendientes)

 

NB: Si te interesa el TRASPASO, te conste que no es una tienda…Norma-L, y debes aportar

Algo mas que el precio material que se pide por ella… Ha de haberte llamado…y haber sido llamado.

A buen entendedor pocas palabras bastan.

 

5 comentarios en “Había una vez una tienda y un pueblo, una mujer y su hija,”

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