Hablando de Engaños
Muchos dicen nos engañaron.
Pero fue un engaño o un auto engaño, como Pinocho y la feria de atracciones…
Y si fuera un engaño de nuestro victimismo el verdadero engaño… De nuestra falta autoestima por olvido de quien somos realmente?
El miedo a tener poder.
Delegar a otros tus responsabilidades es también delegar tu propio poder.
Recordemos donde va nuestra atención va nuestra energía.
Les llamamos vampiros y lo son, es su cometido.
Pero acaso no hemos tendido inconscientemente el cuello y ahora que cicatriza la herida, nos olvidamos que eso nos convierte también en ellos, al menos que nos neguemos a que eso tenga algún poder real, el que tu le des.
Recordemos es temporal, una ilusión y no tiene más poder que el que yo le doy…
Las orejas de burro desaparecen si me salgo de la feria de atracciones. DIS-TRAER, distracciones de tu propio poder mientras lo buscas afuera…
Pero también el tamiz para quien está preparado a emanciparse y decide caminar en libertad y no en rebaño.
La preuva iniciativa del reconocer ser distinto y único aunque que eso de mucho miedo…
No tener familia, grupo, etiqueta, pertenecer a nadie ni a nada es el regalo del «engaño» que tu alma encargo como auto engaño para reencontrarte aquí donde la memoria es poca, en conocimiento de tu propia causa.
No sedo mi poder a nadie. Mis errores son míos y a mucha honra porque mis logros también y derivan de ellos.
Tampoco culpabilidad, los hice en total inocencia.
Sin esto no hay el lujo que es cada día en consciencia con uno mismo y la bendición de reírse de uno mismo… de lo pequeño y grande que es a la vez…
Entonces la sonrisa de la libertad se hace presente!
