Hay gotita…
Gotita porqué siempre esperamos a que aparezcas…
Que pequeñita… Sin embargo el océano resplandece en ti… Como te huimos
Y que poco te amamos…
Sin embargo cuanto amor hay en tu presencia… Parto inevitable.
Déjame beberte hasta la saciedad y que mi vaso desaparezca…
¿O será su trascendencia?
Que el ave Fénix emprenda el vuelo eterno donde el tiempo y el espacio es humo puro.
Pues mi cuerpo pronto cumplirá otra danza anual bajo este sol y rivalizar con mi alma tan anciana lo acompleja. Cada gota tiene sentido…le digo y el se llena de anzuelo de inmortalidad.
Cristina Aurora – Médica del Alma