Hubo una vez, en un amanecer de un domingo, en que Persona se paseaba por un paseo marítimo de cualquier lugar, después de haber deambulado toda la noche de músicas a músicas, como era su costumbre, observándolo todo, bailando su interior y bebiendo litros de agua, gustándose en su danza solitaria… cuando alguien la interpelo y le dijo:
«SABES ESTA TODO, TODO, TODO TAN BIEN QUE LO QUE NOS FASTIDIA REALMENTE, ES QUE NO PODEMOS HACER NADA MAL.»
Persona, miro al sol naciente y se encontró pensando: ¿Sera verdad eso de que la verdad sale de la boca de los niños y de los borrachos?
Vente conmigo, siguió…
Lo miro sonriendo: Gracias… Pero ya que todo esta tan bien, no te importara que me vaya a casa… ¿cierto?
A lo cual se fue gruñón pero medio cantando.
Años después, en un atardecer…me encontré ayer …con Persona y le pregunte: ¿que tal?
Me miro sonriendo un poquito y me dijo:
BIEN, ASI ES, lo que pasa… es que sin estar borracha de nada, en medio de un mundo ebrio, vaya vértigo sostener en sol-edad de deseos, mas de lo que se clarifica a cada paso… este impulso natural, con el compromiso con uno mismo y solo con uno mismo, de no nublar el entendimiento con nada y a secas, sin excusas, seguir caminando alejándome del fastidio disfrazado de borrachera. Pues solo decir verdad, no me satisface…. mi naturaleza como la tuya es SER verdad sin fastidio alguno.
Y se fue ladeando la cabeza, pero sonriendo un poquito, señalándome el sol rojo en el cielo.
El corazón herido pero aceptando que aun faltaba camino y algun dia… en un nuevo amanecer… danzaria verdad tambien en su reflejo.
La Abuela Tatiana.