FESTIVIDAD
Una festividad es la llama en medio del invierno
Que enciende el fuego de la amistad
Y que fortalece la comunidad.
En el pasado, las festividades eran una manera de unir más a la comunidad. También es así hoy en día. Ya sean reuniones culturales, momentos de culto grupal, o incluso cenas especiales con amigos, todos necesitamos de instancias para reunirnos y reafirmar la importancia de nuestro grupo.
La alegría que sentimos es esencial tanto para la comunidad como para los individuos involucrados. La afirmación del grupo no debería ser sin embargo una sublimación del individuo sino un marco para la relación. Una buena reunión requiere de participación -los esfuerzos de organización, trabajo y concurrencia- y da a cambio sustento para el cuerpo y el alma, un sentimiento de pertenencia, y el logro de algo que no podría haber sido hecho por individuos solamente.
Como cualquier otro emprendimiento humano, la fiesta es vulnerable a la manipulación y la política, a las maniobras egoístas de individuos cínicos. Es difícil evitar esto completamente, porque es imposible para cualquier grupo el estar verdaderamente unido. La única forma de mitigar esto es que la colectividad mantenga sus intenciones estrictamente en su propósito, que seleccione sabiamente a sus líderes, y que esos líderes sean tan iluminados como sea posible.