Una vez alguien me preguntó cuando llegue cerca de un lago en un país lejano que qué estaba buscando.
Se asustó por mi respuesta y hizo malabares para intentar que no pensará en ese tema por lo visto también tabú allí.
Un lugar donde morir, me oí decir.
Y me sonreí, algo tenía claro…En medio de mi pantalla en blanco desde que despego el avión. Si, algo en claro, un alivio, en medio de tanto desconcierto…
Infinitos argumentos sociales brotaron de él para supuestamente quitarme esa «lamentable» idea.
Y es que según qualquier sociedad de hoy sea donde sea, y en este momento estaba en Kashmir donde son el 90% de musulmanes Sufis, nombrar la muerte es de evitar.
Hubo un tiempo en que esa conversación era sagrada.
Ha pasado un año y yo recuerdo hoy ese momento y lo que me oí decir.
Habrá que seguir viajando? O volver allí más detenidamente.
Que lugar me inspirará para el gran viaje?
El lago?
Moisés y Jesús, y hasta dicen que más antiguos aún, eligieron los himalayas para su gran viaje.
Será que se está más cerca del cielo aquí?
Desde luego que aquí no faltan barqueros…
Cristina Aurora.
El evangelio de las 7 noches.
BioAlineación - Medicina del Alma 